Cada vez son más influyentes los comentarios que se realizan en Internet sobre productos y servicios. En un estudio realizado en España por la consultora Guidance, se pone de manifiesto la influencia de las Redes Sociales, Blogs, Foros y Webs, en la toma de decisiones de los consumidores sobre la compra de productos y servicios  concretos.
En ese estudio podéis ver las mediciones y las valoraciones de la  influencia de Internet en diversos aspectos de la toma de decisiones de los usuarios y también para el conocimiento y rectificación de las decisiones empresariales.
Me ha llamado la atención el siguiente párrafo, extraído de la entrevista que la revista CONSUMER de EROSKI Realizó al Consultor de Guidance Valentín Hernández, toda ella muy interesante, por lo que os invito a leerla. El párrafo dice así:



“Ha comentado que hay blogueros con gran influencia sobre el consumidor. ¿Cómo se puede evaluar su credibilidad?
Son líderes de opinión en la Red y hay que prestarles atención. Nosotros los valoramos por su número de seguidores, pero también por la cantidad de comentarios que genera cada entrada suya en el blog y su posición en el escalafón social. Es decir, si es un profesor universitario, un ejecutivo, un informático o una persona que vive encerrada en su cuarto con su ordenador: el impacto no es el mismo en el subconsciente de sus seguidores. Pero estas mediciones son solo orientativas, ya que luego nos encontramos con blogueros de círculos muy pequeños y selectos en los que, sin embargo, son verdaderas autoridades en una materia en cuestión. Si una «opinión accionable» suya trasciende de su círculo, puede tener un gran impacto. Por lo tanto, hay que prestarles atención.”


Esto me lleva, amigos lectores, a dos conclusiones:

a)   Los editores de los blogs “especializados” debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad frente a los lectores, pues nuestros comentarios, consejos y denuncias pueden ser tenidos en cuenta por ellos en la toma de decisiones de compra, por lo que debemos ser en extremo rigurosos en nuestras opiniones y aseveraciones.
b)  Consecuencia de lo anterior es que debe evitarse el intrusismo de gente que, no teniendo base técnica en las especialidades, hablen por boca de ganso desde su tribuna confundiendo e influyendo en la decisión de compra de productos que no contienen las ventajas que publicitan o, por el contrario, sí las tienen y las niegan.

c)   No debemos confundir opiniones y comentarios, que todos pueden ser válidos, con afirmaciones sobre temas que no se conocen en profundidad. En este último caso, se está confundiendo al lector e influyéndole positiva o negativa sobre una base carente de fiabilidad. Y eso tiene un nombre: abuso de confianza.

Por mi parte deciros que ya venía actuando en conciencia en ese sentido, por lo que, confirmándose ahora la verdadera importancia de la  influencia que puede derivarse de nuestros escritos, me comprometo a mantener e incrementar si cabe mi rigurosidad en mi trato de los temas y en la denuncia de cualquier escrito ajeno que entienda puede inducir a los consumidores a compras perjudiciales  para sus intereses o simplemente, que las expectativas que les prometen no se ajunten a la realidad por tratarse de publicidad engañosa o desconocimiento de los temas.