Cada vez son más los consumidores que han perdido el miedo a comprar por internet: tres de cada diez asegura hacerlo al menos una vez al mes, y dos de cada diez adquiere productos o servicios en la red cada semana. Pero esa cotidianidad provoca que en ocasiones se baje la guardia sobre los riesgos o inconvenientes asociados a la compra en línea. Por eso, coincidiendo con el Día Internacional de Internet Seguro, la Asociación de Internautas ha difundido una lista de recomendaciones prácticas para minimizar los problemas.
1.- Mira quién vende
Es imprescindible comprobar quién está detrás de la página web donde vamos a comprar. Si no se indican claramente los datos, identidad y dirección de la empresa vendedora, las características del producto o servicio, su precio, si incluye los gastos de transporte, la forma de pago y la modalidad de entrega, es mejor renunciar a la compra.
2.- Ante un chollo, desconfía y busca referencias
Cuando los precios de un producto o servicio son increíblemente atractivos conviene desconfiar y buscar referencias del vendedor por internet o comentarios sobre esa firma en las redes sociales antes de hacer el pago para evitar ser víctima de posibles estafas. Si la oferta es de un comercio reconocido, vale la pena comprobar que no se trata de un error.
3.- Vigila qué datos das
Los expertos alertan contra la entrega de datos personales innecesarios y recuerdan que para comprar en línea en ningún caso pueden exigirnos rellenar formularios o encuestas innecesarias. Además, conviene revisar qué información ofrece la web donde compramos sobre el uso que dará a nuestros datos personales.
4.- Cuida con qué pagas
Una de las mejores medidas de protección para evitar cobros indebidos o estafas en las compras por internet es disponer de una tarjeta de crédito vinculada a una cuenta bancaria dedicada en exclusiva para los pagos por internet en la que se vayan haciendo ingresos o transferencias por el importe exacto de las compras o bien se deje una pequeña suma de dinero para futuros pagos. Con ello se limitan las posibles pérdidas en caso de que los datos de la tarjeta caigan en manos de ciberdelincuentes.
En todo caso, antes de facilitar los datos bancarios hay que revisar que la página web es segura, que la dirección electrónica pasa a ser https:// y que en la parte inferior derecha o izquierda del navegador aparece el candado amarillo cerrado. Con un doble clic sobre el candado se puede verificar el certificado de seguridad de la página.
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5.- Tienes derechos y garantías
Los productos y servicios que se compran por internet están protegidos por las mismas garantías que si se compraran en unatienda física. Al recibir el producto se debe comprobar el estado en que llega el paquete y verificar que no ha sido dañado durante el envío. Si es así, se puede devolver indicando el motivo o dejando constancia escrita de que el embalaje presenta daños visibles en el acuse de recibo del mensajero. El producto debe ir acompañado de información escrita con la dirección del establecimiento para poder reclamar, junto con la factura y la garantía.
Por otra parte, el plazo máximo de entrega de las compras por internet es de 30 días, y si el vendedor no puede cumplir el plazo tiene que avisar y el consumidor puede decidir si sigue adelante o si desiste y le devuelven el dinero.
Por otra parte, si uno ejerce el derecho de desestimiento y renuncia a la compra, el vendedor debe devolver las cantidades pagadas en el plazo máximo de 14 días.
Como en el resto de compras, cuando hay un problema el primer paso es tratar de resolverlo con el vendedor a través del servicio de atención al cliente. Y si no se llega a una solución, se puede reclamar en las oficinas municipales de información al consumidor o, en caso de sospechar de fraude o estafa, se puede denunciar en la comisaría de la Policía.
Fuente: LV