A raíz de la publicación de mi último artículo sobre los descalcificadores magnéticos publicitados como eliminadores de la cal del agua, y mejoradores para la salud, la agricultura, los electrodomésticos, el sabor del agua, etc., he recordado un excelente artículo de la revista CONSUMER, de EROSKI, de Diciembre pasado, cuyo autor, JULIO BASULTO, hace un excelente recopilatorio informativo sobre este interesantísimo tema que seguramente todos nosotros nos habremos preguntado alguna vez: “Beber aguas duras ¿Es bueno o es malo para la salud? ¿Y para los electrodomésticos?” Hoy iremos desgranando las recopilaciones de información de ese artículo que, estoy seguro, despejarán nuestras dudas y confirmarán una vez más que los aparatos milagreros son una falacia (RAE: Argumento falso pero aparentemente verdadero para inducir a error o engaño) como lo eran los supuestos descalcificadores magnéticos de aquel artículo.
“Agua dura, ¿agua más sana?
El consumo de aguas duras puede contribuir a cubrir las necesidades de calcio y magnesio del organismo
El consumo de aguas duras puede contribuir a cubrir las necesidades de calcio y magnesio del organismo
En ocasiones, las afirmaciones que se vierten sobre las supuestas propiedades del consumo de agua (tanto positivas como negativas) están inundadas de inexactitudes, imprecisiones e incluso falacias dirigidas a que bebamos agua embotellada (que es mucho más cara y que ejerce un mayor impacto medioambiental). Así, aunque numerosos consumidores creen que las aguas minerales tienen «propiedades medicinales», la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que existen demasiadas incertidumbres en el ámbito científico como para dar crédito a esta creencia. En el presente artículo se intenta aportar algo de luz con respecto a una inexactitud muy extendida: la que señala que la dureza del agua se relaciona con posibles perjuicios para la salud.
¿Qué es la dureza del agua?
En 2003, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tituló así uno de sus monográficos: «Dureza en el agua potable«. En él se detalló que, entre las sustancias que determinan la dureza del agua, predominan el calcio y el magnesio. Otros cationes como el hierro, el manganeso o el zinc también contribuyen a su dureza, pero en menor medida. Este parámetro, según la OMS, se expresa en miligramos de equivalentes de carbonato de calcio por litro. La entidad considera que si es inferior a 60, hace referencia a un agua blanda.
Dureza del agua y sabor
La dureza influye en el sabor o en las propiedades organolépticas del agua. En las aguas potables, la dureza suele oscilar entre 10 y 500 miligramos de equivalentes de carbonato de calcio por litro. Para la OMS, el umbral de tolerancia habitual oscila entre 100 y 300 miligramos, aunque señala que muchos consumidores aceptan sin problemas cifras superiores (hasta 500 mg/litro). De hecho, también es habitual hallar a personas que prefieren cifras situadas por debajo de los 100 mg/litro.”
“Dureza del agua y salud
Según la OMS, el agua con una dureza superior a 200 mg/l puede formar incrustaciones en tuberías o depósitos. Si es inferior a 100 mg/l, puede corroer las tuberías a largo plazo. Es una cuestión que abordó en 2005 el artículo «Dureza del agua«, publicado en EROSKI CONSUMER. Pero el ser humano ni es un electrodoméstico ni está formado por tuberías, por lo que cabe preguntarse si es cierta la creencia popular de que es peligroso (o «corrosivo») para la salud consumir de forma habitual aguas duras. En 1984, la OMS no halló evidencias científicas convincentes de que la dureza del agua cause efectos adversos en humanos. Tampoco las halló en 2003, 2008, 2009 o 2011, en los sucesivos informes que ha dedicado a esta cuestión.
Aunque muchos padres dan a sus bebés o niños pequeños aguas blandas, el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría considera en su libro ‘Manual Práctico de Nutrición en Pediatría’ que existe una falta de evidencias que prueben una asociación entre la dureza del agua y la salud infantil.
Dureza del agua y cálculos renales
Una revisión científica publicada en agosto de 2013 en la prestigiosa revista International Journal of Preventive Medicine coincidió con lo descrito hasta ahora, pero dedicó un apartado específico a la supuesta relación entre la dureza del agua y la formación de cálculos renales. En este trabajo se detalla que el impacto de la dureza del agua en esta patología es «poco clara», dado que los estudios disponibles no han observado ninguna asociación entre la dureza del agua y la formación de cálculos urinarios. En cualquier caso, es posible que en pacientes que ya padecen cálculos renales (que en muchos casos tienen un origen desconocido) sea útil no beber a menudo aguas duras. En el artículo ‘Análisis de las aguas embotelladas y de grifo españolas y de las implicaciones de su consumo en la litiasis urinaria’, disponible de forma gratuita en Internet, existe amplia información al respecto
Calcio y magnesio en el agua
La OMS indica que las aguas duras pueden contribuir a la ingesta de calcio y de magnesio, minerales relacionados con la prevención de la osteoporosis y los eventos cardiovasculares. De hecho, señala que beber a menudo aguas duras podría proteger a largo plazo del riesgo cardiovascular, mientras que consumir aguas blandas podría ejercer efectos negativos sobre el balance mineral del organismo. No obstante, las pruebas científicas no son de alta calidad, por lo que esta entidad no ha emitido ninguna recomendación al respecto. El último informe de la OMS (2009) sobre la relación entre el calcio y el magnesio en el agua con la salud detalla que, según las evidencias disponibles, el agua debería contener un mínimo de entre 25-50 mg/L de magnesio, para prevenir la arteriosclerosis. En cualquier caso, el beneficio del magnesio solo sería claro en personas con muy bajas ingestas de magnesio en su dieta habitual (algo que sucede con frecuencia en los países con una baja renta per cápita).
Estudios en España sobre las aguas duras y la salud
Diversos investigadores españoles han analizado la concentración de calcio y magnesio en aguas tanto del grifo como envasadas, y su posible impacto sobre diversos aspectos relacionados con la salud. En noviembre de 2008, en la revista ‘Medicina Clínica’, la doctora Ángeles Martínez-Ferrer y sus colaboradores publicaron datos analíticos en relación a la cantidad de calcio, magnesio y sodio en centenares de aguas españolas, tanto de consumo público como envasadas. El doctor Isidro Vitoria, por su parte, ha coordinado en julio de 2014 una investigación cuyo objetivo ha sido valorar en qué medida el calcio del agua de consumo público o de las aguas minerales cubre las necesidades nutricionales de estos nutrientes en España. Este estudio se publicó en la revista ‘Nutrición Hospitalaria’. En ambas investigaciones, disponibles de forma gratuita en Internet, se constata que el agua puede contribuir, en mayor o menor medida, a los requerimientos de calcio o magnesio.
Métodos para ablandar el agua
Existen dos métodos básicos de ablandamiento de agua: uno utiliza resinas de intercambio iónico y el otro, la llamada «ósmosis inversa». La mayoría de los ablandadores de agua para uso doméstico (como las jarras con filtro) utilizan el intercambio iónico. En la investigación de Vitoria y colaboradores, antes citada, se indica que no tenemos pruebas de los hipotéticos beneficios para la salud de estos métodos, pero se añade algo más: el intercambio iónico puede eliminar hasta el 89,4% del calcio del agua, mientras que la ósmosis inversa elimina entre el 94% y el 98% del calcio y el magnesio del agua.”
“En suma, no hay pruebas científicas que confirmen la extendida creencia de que las aguas duras son perjudiciales para la salud. Faltan estudios que confirmen los posibles efectos beneficiosos que ejercerían las aguas duras sobre la salud ósea y cardiovascular, pero sí sabemos que pueden contribuir a cubrir los requerimientos de calcio y magnesio.”
Rosa
Me ha encantado este artículo dónde abordas este tema que genera tanta confusión ( y de paso aprovechamiento comercial de dudosa ética).
Muy interesantes las referencias bibliográficas que aportas que permiten hacerse una idea de lo que a día de hoy la comunidad científica puede o no certificar. La verdad es que se aleja bastante de la publicidad engañosa que asimila la fisiología humana al funcionamiento de un electrodoméstico.
Que pases un feliz lunes de Pascua ( a ser posible con mona incluida).
He descubierto su blog porque estoy en la ardua tarea de comprar un lavavajillas.quería darle mi enhorabuena por los artículos y por las respuestas a las consultas que le realizan. Llevo dos días leyendo las entrada antiguas y estoy aprendiendo mucho.
Quería preguntarle por información de la marca beko actualmente, si sabe si la producción sigue manteniéndose correcta,como indica en su entrada o ha disminuido en estos últimos tiempos. Y si me podía dar alguna sugerencia de equipo para aguas duras como las de Málaga.
Retirarle mi enhorabuena y agradecimiento por este excelente trabajo.
Yo filtro el agua del grifo con una jarra para quitar el sabor a cloro del agua principalmente, pero al quitarle las sales se nota muy diferente sobre todo al principio. Cuando se va saturando el carbón activado ya es más apetecible. El cloro evita que surjan episodios de cólera o disentería, pero sabe a «lejía» que echa para atrás. Es la única «ventaja» de las aguas embotelladas, las esterilizan calentándolas y no necesitan añadirle cloro.
Apreciados/as. Muchísimas gracias por vuestras palabras sobre mi artículo, y enhorabuena por vuestra excelente revisión y complementación, me ha encantado.
Un abrazo,
Julio Basulto
http://www.juliobasulto.com
La enhorabuena debemos dártela a ti, por tu excelente trabajo. Si en alguna otra ocasión escribes sobre algún tema relacionado con asuntos de este blog, no dejes de informarme, para darle aquí el eco que te mereces. En las primeras 24 horas han leído este artículo tuyo 132 personas…Y mucha gente todavía no ha llegado a casa después de las vacaciones de Semana Santa.
Y a los lectores les aconsejo se den una vuelta por el interesante blog de JULIO. Seguro que os encantará.
En cualquier caso, quedo a tu disposición y te envío mis más cordiales saludos.
Antonio Vazquez