El Parlament ha aprobado el decreto ley que persigue impulsar las energías renovables en Catalunya tras casi una década de paralización del sector. La mayoría del govern (Junts per Catalunya y ERC) ha sumado el apoyo de Ciutadans, el PSC y los ‘Comuns‘.
La norma supone derogar el decreto del 2009 que frenaba la implantación de fuentes energéticas limpias y facilita un nuevo marco con ventanilla única y un plazo de tramitación máximo de 13 meses. Además de ello se crea una ponencia formada por representantes de la Administración catalana a la que se podrá recurrir antes de solicitar la autorización y que dará respuesta en un máximo de tres meses. La validación del proyecto de ley ha contado con 124 votos favorables, cuatro negativos (CUP) y cuatro abstenciones (PP).
La industria catalana de la energía esperaba que el Parlament convalidara el decreto ley teniendo en cuenta que tanto el parlamento europeo como la Generalitat han declarado la emergencia climática y las advertencias que llegan desde la cumbre del clima en Madrid (COP 25). El Clúster de l’Energia Eficient de Catalunya (CEEC), que agrupa a más de 160 empresas que representan toda la cadena de valor de la energía, esperaba un aval de la cámara catalana, dejando al margen la turbulenta situación política.
Otra de las preocupaciones era que se acabara decidiendo que la nueva regulación se realizara mediante la tramitación como proyecto de ley, lo cual alarga el proceso. Esa es una petición que, a pesar de acabar votando a favor del nuevo decreto, ha hecho Ciutadans, al igual que la CUP. Tramitar la norma como proyecto de ley ha sido rechazado por 81 votos, avalado por 39 y ha contado cion 12 abstenciones. Hasta la fecha, en el Parlament se habían aprobado seis mociones y una resolución en favor de derogar la regulación que frenaba la expansión de las renovables.
El Ejecutivo catalán tiene previsto que las energías renovables supongan la mitad de la producción energética en el 2030 y el 100% en el 2050. En la actualidad apenas significan el 8,5%. De hecho, la comunidad pasó de ser pionera a situarse a la cola de las autonomías en aportación de las fuentes limpias a la producción de energía.
En la actualidad, la potencia eólica instalada en Catalunya es de 1.200 megavatios (MW) y la solar fotovoltaica, de 300. El objetivo para el 2030 es que la primera llegue a 4.000 MW y la segunda, a 6.000.
Muchos expertos dudan de que se puedan alcanzar los objetivos previstos porque, mientras en Catalunya la instalación de estas energías estaba paralizada en el resto de España seguían implantándose.
Fuente: EP