Tanto se ha escrito sobre el etiquetado energético de los electrodomésticos que no son de extrañar las confusiones que ocurren en ese tema, ya que desde el año 1.994 hasta hoy, Junio de 2.018, han transcurridos 24 años y con los numerosos cambios producidos y en tantos aparatos, la confusión sobre las etiquetas energéticas que demuestran la eficiencia de los electrodomésticos, se convierta en un caos, ya que en numerosas ocasiones buscamos en internet sin fijarnos en la fecha de la información, que muy posiblemente estará desfasada respecto a la actualidad de la consulta. 

Por eso hoy voy a hacer una breve historia de la evolución del etiquetado informativo que yo diría es obligatorio consultar cuando vamos a comprar un nuevo electrodoméstico, si no queremos equivocarnos cargando con unos costes más elevados de los aparatos electrodomésticos que pesaran en nuestros bolsillos durante su vida útil.  Más adelante os ponerle un ejemplo práctico.

A continuación presento la Tabla de Contenidos de este artículo

1.- Ejemplo práctico de ahorro en una lavadora actual

2.- La importancia de saber localizar y aplicar la etiqueta energética de los electrodomésticos

3.- ¿Cuándo empezó a aplicarse el etiquetado energético en los electrodomésticos?

4.- ¿Cuáles fueron los cambios fundamentales? 

5.- ¿Son seguras las explicaciones e informaciones de ANFEL?

Vayamos al desarrollo de este artículo. Como siempre, los textos copiados irán en letra cursiva y los textos propiosirán en letra normal.

1.- Ejemplo práctico de ahorro en una lavadora actual

Os pongo un ejemplo de eficiencia energética: una lavadora etiquetada A+++, frecuente hoy en día, consume un 80 % menos que una antigua de etiqueta energética D. Recordemos que cuando se inició el etiquetado energético de los electrodomésticos la relación de la escala de eficiencia energética iba desde la A como más eficiente hasta la G como menos eficiente. Pues bien, una lavadora situada en la letra D, que era la más normal en aquella época, resulta hoy bajísima de eficiencia cuando la comparamos con las actuales A+++, que son más eficientes que la anteriores  C, B, A y que las A+, A++ y A+++. Esta última es la máxima actual.

Pensemos que si una lavadora hace al año 220 lavados (cifra estándar en los ensayos de lavado sobre la eficiencia energética de las lavadoras), y supongamos que un lavado nos cuesta un euro entre la energía eléctrica, los consumos de agua y detergentes, al año con una lavadora de clase energética D pagaríamos 220 €, pero con laeficiencia actual del 80 % menos pagaríamos al año 44 €, o sea un ahorro anual en este electrodoméstico de 176 €. Vale la pena, ¿No?

2.- La importancia de saber localizar y aplicar la etiqueta energética de los electrodomésticos.

No es tan fácil como buscar los etiquetados energéticos en internet. Porque el etiquetado energético de los electrodomésticos evoluciona constantemente. Lo que ayer parecía la mejor opción, más adelante ya no lo es, pues se ha superado. Por eso no podemos fiarnos de buscar en internet el etiquetado energético de lavadoras, lavavajillas, frigorñificos, etc, etc., pues van cambiando con el tiempo.

Debemos buscar siempre el último etiquetado energético y para eso no os voy a recomendar el IDAE, instituto oficial donde aparece, pero que nunca se sabe si el que encontramos en internet es el último o el de hace 10 años. Por eso yo os aconsejo lo busqueis en ANFEL donde está perfectamente explicado Y AL DÍA, con ejemplos claros y fáciles de seguir. Allí encontrareis los consumos de cada electrodoméstico en tablas de eficiencia energética de cada uno y muchísimas más cosas, entre ellas, una relación de Servicio Técnicos de electrodomésticos OFICIALES DE FABRICANTE,

3.- ¿Cuándo empezó a aplicarse el etiquetado energético en los electrodomésticos?

ANFEL explica:

 “La primera legislación sobre el etiquetado energético data del año 1994 (Directiva Marco traspuesta según Real Decreto 124/1994, de 28 de Enero, así como Directivas particulares para aparatos de refrigeración, lavadoras, secadoras, lava-secadoras, lavavajillas y hornos).

En 2010 se publicó una nueva Directiva Marco, 2010/30/UE.  A partir de ese año se han ido publicando los Reglamentos particulares de aplicación de ésta para aparatos de refrigeración, lavadoras, lavavajillas, secadoras, campanas, hornos, calentadores de agua, aspiradores y aparatos de aire acondicionado…

4.- ¿Cuáles fueron los cambios fundamentales? 

ANFEL sigue explicando:

“Los cambios fundamentales son la inclusión de las nuevas categorías energéticas A+, A++ y A+++ (las dos primeras ya existían para los aparatos de refrigeración) y la inclusión de pictogramas para los diferentes parámetrosdel etiquetado. En el caso de productos con etiquetado energético antiguo, la legislación permite que puedan exponerse y venderse legalmente en cualquier momento.

Para  lava-secadoras se publicará más adelante el Reglamento del nuevo etiquetado energético. Hasta ese momento, sólo se podrá utilizar el etiquetado actual.

Tanto el etiquetado actual como el nuevo obligan a los distribuidores de electrodomésticos a etiquetar todo producto expuesto en los lineales, mediante etiquetas energéticas que los fabricantes deben entregar a dichos distribuidores. El objetivo del sistema de etiquetado energético es ofrecer la opción al usuario para que pueda comparar productos de las mismas características y de diferentes marcas, en lo referente a los consumos de energía y otros parámetros relacionados, favoreciendo así la utilización de los aspectos medio ambientales en la compra de electrodomésticos. Para ello las etiquetas disponen de unas clasificaciones energéticas que abarcan desde la “A”  (o “A+++” si se trata del nuevo etiquetado energético),  producto de menor consumo de energía hasta la “G”  (o “D” en ciertos casos con el nuevo etiquetado energético),  producto de mayor consumo de energía, acompañadas de datos adicionales de relevancia y clasificaciones desde el punto de vista de la aptitud para la función de dicho producto (eficacia de aclarado, centrifugado, etc.). Se adjuntan los formatos oficiales en pdf de las etiquetas energéticas para cada tipo de producto, para su descarga e impresión”.

Se puede encontrar más información en el folleto siguiente (pulsa para descargar) y en la página de Internethttp://www.newenergylabel.eu . También puede encontrarse información sobre la ficha del etiquetado energético en la guía ANFEL al respecto Se incluye además una tabla con los ahorros económicos obtenidos por la adquisición de Electrodomésticos Eficientes (pulsa para descargar).

5.- ¿Son seguras las explicaciones e informaciones de ANFEL?

Para mí merecen más crédito, actualidad y rapidez que las informaciones del Instituto IDAE, estatal, pero que por sus amplias explicaciones y comentarios quedan escritos y no sabes nunca si lo que lees está vigente o ha sido superado por nuevas informaciones. En cambio ANFEL es la Asociación Nacional de Fabricantes de Electrodomésticos donde consultan todos los días no solo sus componentes y vendedores de electrodomésticos sino también todos los que algo tengan que ver con ese mundo del electrodoméstico como son Servicios Técnicos, comercios, usuarios, etc.

Y aquí termina por hoy el artículo de esta semana, que se ha publicado hoy, 25 de Junio de 2.018. El próximo lunes podréis ver un nuevo artículo como vengo haciendo cada semana.

Saludos cordiales para todos.