La evolución  de los electrodomésticos ha sido marcada siempre por la Calidad, que ha sido su motor de desarrollo.
 
La calidad de todos y cada una de sus piezas y componentes, su diseño y sus programas de funcionamiento, hacen que el conjunto del electrodoméstico (Lavadora, Lavavajillas, Frigorífico, Cocina, etc,) resulte de Calidad.
 
Lo importante de la Calidad no es el aspecto del aparato, sino su Fiabilidad. La definición de la Fiabilidad según la RAE es «Probabilidad de buen funcionamiento de algo».
 
Demos un ligero repaso histórico a la evolución de la Calidad. A finales de la década de los años cincuenta y  principios de los sesenta, comenzó la expansión de la fabricación y venta de los electrodomésticos de Linea Blanca en España. Eran momentos de «demanda» (no de «oferta» como actualmente) y los fabricantes españoles no daban abasto a producir las necesidades del mercado. Recordemos que en aquella época España era una autarquía, o sea, la política era fabricarlo todo dentro del país, y sus fronteras estaban prácticamnente cerradas a las importaciones.
 
Si comparamos la calidad o mejor, la Fiabilidad de aquellos electrodomésticos con los de hoy, estábamos a años luz. Una consecuencia directa de la Fiabilidad de los aparatos era la cantidad de reparaciones que debían realizarse después de su venta. En el primer año de uso de los aparatos, este índice era superior al 50 % o sea, uno de cada dos aparatos vendidos debía repararse ya en el primer año de uso.
 
La mejora en la calidad de los componentes y programas fué creciendo de año en año, consiguiendo ahorros en costes verdaderamente importantes.
 
Quince años después, en 1986, España entró a formar parte de la Comunidad Europea, con lo que sus fronteras tuvieron que abrirse de par en par,  para las importaciones. En 1987 el fabricante francés de electrodomésticos Thomson-Brandt, uno de los más importantes de Europa, desembarcó en España para comercializar los electrodomésticos de Línea Blanca. Quien esto escribe tenía entonces una empresa de Asistencia Técnica, ceada y dirigida por él, que fué seleccionada por Thomson para cubrir la Asistencia Técnica en España. Mensualmente se le pasaba a Thomson la estadística de averías en garantía en el primer año del parato, de todos los Servicios Técnicos de España. El número de intervenciones estaba  entre el 12 y el 18 %, según el tipo de aparato. En Francia no existía el Servicio Técnico Oficial del Fabricante, por lo que no disponían de estadísticas de averías. Con la aportada desde España, la Dirección General preparó un ambicioso plan para todas sus fábricas llamado Calidad 7 %. O sea, objetivo de calidad, rebajar las intervenciones en primer año de uso del aparato al 7 %. Y tuvo éxito.
 
Hoy el índice de intervenciones en Garantía de DOS años, es inferior al 5 % (algo más de un 3 % en el primero y menos del 2 % en el segundo). Aún siendo así no hemos llegado al tope, ni en Fiabilidad de los aparatos , ni en su Eficiencia Energética y ahorro diario de energía, agua, detergentes, aditivos, etc. El objetivo en todos estos puntos es la redudcción de costes a través de la mejora de la Calidad y de la innovación tecnológica. Quien no esté por la labor, no tendrá  futuro en el mercado…