Algunos de los electrodomésticos de nuestro hogar no tienen descanso. Este es el bien conocido caso del microondas, ese pequeño aparato que nunca dejamos en paz.
La limpieza puede realizarse de manera sencilla, sin conocimientos técnicos e intentando seguir siempre las instrucciones provistas por el fabricante.
Limpieza:
– La limpieza es el único mantenimiento requerido.
– Efectuar la limpieza con el horno eléctricamente desconectado.
– No uses estropajos de alambre para limpiar la parte interior del horno ya que podrían rayar la superficie.
– Limpia tu microondas regularmente. Si se han derramado líquidos, saca el plato giratorio y limpia la base del horno.
– No dejes que se formen depósitos o que quede comida alrededor de la puerta.
– Para manchas difíciles de quitar, hierve una taza de agua en el horno unos 2 ó 3 minutos. El vapor ablandará la suciedad.
– Los olores dentro del horno se pueden eliminar poniendo una taza con jugo de limón hasta que hierva
– El grill no es necesario limpiarlo puesto que su calor quema la suciedad, pero el cielo del horno tiene que ser limpiado periódicamente. Límpialo con una esponja, agua caliente y detergente líquido.
Burletes:
– Los burletes de la puerta y las zonas alrededor tienen que ser controladas periódicamente.
– En caso de daños, no hagas funcionar el aparato hasta que un técnico cualificado adiestrado por el fabricante haya reparado el daño.
Si tu horno microondas dispone de garantía, no dudes en comunicarte con los números locales correspondientes. En caso contrario, puedes consultar nuestra sección de Servicio Técnico especializado y ellos sabrán brindarte las soluciones más eficientes.
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