Eso es lo que viene a decir Noticanarias el pasado dia 1 de Diciembre de este año 2.017. Vuelve así la vieja obsesión de algunos iluminados que aparece por temporadas asegurando que los electrodomésticos tienen todos fecha de caducidad prevista, controlada, dispuesta y aplicada por los malvados fabricantes de estos aparatos. Yo creía que esa manía de algunos ya se había olvidado, pero sorprendentemente no solo no ha muerto sino que me ha sorprendido la lectura de dicho texto de este periódico canario que dice: LA MUERTE PROGRAMADA DE LOS ELECTRODOMÉSTICOS QUE CUESTA 50.000 € A CADA FAMILIA.
Noticanarias (Comunicado de prensa) añade: Unos son los neófilos (Se equivoca y quiere decir NEÓFITOS) clientes precoces (early adopters), básicamente gente joven, que siguen las tendencias y que quieren ser los primeros en adquirir novedades. El otro gran segmento que identifica es el de personas entre cuarenta y sesenta años que sí querrían poder alargar la durabilidad de los electrodomésticos.
Como todo esto me parece no solo una tontería, sino que me produce estupor al asegurar que a cada familia la Obsolescencia Programada le cuesta nada más y nada menos que 50.000 €….¿Cómo puede decirse esa barbaridad? ¿Cuántas familias en España (y en Europa) dedican 50.000 € para comprar sus electrodomésticos? ¿Nos hemos vuelto locos…o tontos? Vamos a ver si ponemos orden entre tanta estupidez.
Comenzaré por adelantar la tabla de contenidos de este artículo:
1.- La Unión Europea promueve que el producto lleve una etiqueta con su durabilidad para informar al consumidor
2.- ¿Cuántos años debe durar una lavadora?
3.- ¿Pagaríamos más por un producto que tuviera una vida útil más larga?
4.- El etiquetado europeo de la vida útil de los productos
5.- La etiqueta europea “voluntaria”
6.- ¿Qué dice la Comisión Europea?
7.- ¡Te pillé, Benito
8.- Busco y confirmo que se trata de Benito Muros
9.- ¿Es interesante conocer la vida útil de los productos, según afirman los expertos?
10.- Sigue a continuación el propio Benito Muros en su salsa:
Vamos ahora a desarrollar las 10 tablas de contenidos de este artículo. Como es habitual, los textos copiados irán en letra cursiva y mis textos en letra normal
1.- La Unión Europea promueve que el producto lleve una etiqueta con su durabilidad para informar al consumidor
Eso es lo que dice Noticanarias, que supongo lo ha leído en alguna parte pues inventar una barbaridad tan enorme, no hay mucha gente que sepa hacerlo.
Veamos qué dijeron en Noticanarias:
LA MUERTE PROGRAMADA DE LOS ELECTRODOMÉSTICOS CUESTA 50.000 EUROS A CADA FAMILIA
La Unión Europea promueve que el producto lleve una etiqueta con su durabilidad para informar al consumidor
“Móviles que no permiten el cambio de pantalla o de batería, impresoras que dejan de funcionar cuando han impreso un número de páginas prefijadas, portátiles cuyas piezas estropeadas no se pueden cambiar porque no hay repuestos… Todas estas prácticas son fruto de la obsolescencia programada o planificada o, lo que es lo mismo, el fin de la vida útil de un producto fijada de antemano por los fabricantes o por los diseñadores con el objetivo de comprar uno nuevo. La Fundación Energía e Innovación Sostenible (Feniss) defiende que un núcleo familiar con cuatro miembros podría llegar a ahorrar hasta 50.000 euros a lo largo de toda la vida si los electrodomésticos duraran más o estuvieran diseñados para ser reparados. Los expertos dicen que poner etiquetas sobre la durabilidad de los productos podría ayudar al consumidor a tomar decisiones de compra.”
Mi respuesta: Los móviles se cambian con frecuencia porque los usuarios están esperando un nuevoi modelo que tenga más prestaciones, más rapidez o más capacidad que su teléfono actual. Esa es la parte esencial de los cambios. En cuanto a reparaciones, hay técnicos especializados que cambian lo que sea, si se quiere.
Respecto a los electrodomésticos, están diseñados para durar michos años. Otra cosa es que deban cambiarse piezas, y puedo asegurar que todos los fabricantes serios disponen de piezas de recambio durante muchísimos años, si bien la ley española solo obliga a los fabricantes a tener piezas disponibles durante 7 años después de fabricados los aparatos.
En cuanto a las impresoras, pueden repararse prácticamente todas, pues se dispone de piezas para sustituirlas. Otra cosa es que no se quiera reparar `porque el precio de una nueva impresora puede ser inferior a la reparación.
2.- ¿Cuántos años debe durar una lavadora?
Dice el sabio informador:
“Que una lavadora dure 20 o 30 años es cada vez menos habitual.”
Naturalmente que cada vez es más habitual que una lavadora se cambie y no se repare después de 20 ó 30 años de funcionamiento. Porque si se quiere repararla costaría el funcionamiento de esa lavadora un 75 % más de consumo en cada lavado. Este lince no se ha enterado que los electrodomésticos han evolucionado desde los años 90 y que una lavadora de hace 10 años consume solo la cuarta parte de una lavadora de hace 20 años. Por consiguiente, mantener una lavadora antigua CUESTA más de consumo que una nueva, que se amortiza en dos o tres años.
“ Los electrodomésticos, pero sobre todo la electrónica de consumo como ordenadores, tabletas, móviles, portátiles o impresoras, tienen una vida más corta que la que podrían llegar a tener. Se trata, según el director académico de los MBA y programas directivos de la UOC, Enric Serradell, de una «práctica fraudulenta y poco ética»,…”
Afortunadamente todo avanza, especialmente ordenadores, tabletas, móviles, etc. Y como los nuevos aparatos electrodomésticos son cada día mejores, más eficaces, más potentes, etc, por eso se cambian y no se reparan. Es como los automóviles: sería absurdo mantener un coche al que se le estropee el motor, reparándolo, cuando uno nuevo costaría poco menos que la reparación y su consumo puede ser cuatro veces más bajo, más seguro, menos ruidoso., etc.
“ El profesor de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC Carles Garrigues explica que tecnológicamente sí es posible programar los productos para que queden obsoletos al cabo de un tiempo. «Hay muchas maneras de hacerlo, tanto en cuanto al hardware como al software», afirma.”
No hace falta recurrir al afamado profesor de la UOC (Universidad Abierta de Cataluña) para llegar a la conclusión de que puede programarse, si se quiere, la duración de un electrodoméstico. Precisamente el pasado dia 27 de Noviembre, en mi artículo sobre los electrodomésticos inteligentes, explicaba lo que son estos aparatos en la actualidad, que se programan para que cumplan una serie de requisitos, condiciones e instrucciones que dirigen su funcionamiento. Bastaría con introducir en su “chip de instrucciones”….”Cuando hayas llegado a xxx lavados, por ejemplo, “te mueres”.
Así dicho parece muy fácil, pues cuesta segundos introducir las instrucciones en la programación de la vida INTELIGENTE de la lavadora, por ejemplo. Pero me gustaría a mí ver si es tan fácil y sencillo para el profesor o para el inventor de las aplicaciones de la Obsolescencia Programada, saber cómo lo harían. Porque ya sabemos que se introduce la instrucción en el ADN del aparato, y a cumplir, según nos explican. Se le ha introducido que el aparato “se muera” a los 6,5 años, por consiguiente, tendría que morirse, ¿NO? Pero no es tan sencillo: al listo defensor de la Obsolescencia Programada le pregunto yo: ¿Cómo se determina que se muera a los 6,5 años?. Porque una lavadora, por ejemplo, se moriría a los 6,5 años de haberla programado, independientemente de si ha lavado 10 veces en su vida o 1000 veces, porque eso no lo dice el iluminado que propone el texto ni el ilustre profesor de la UOC.
Lo cierto es que no se puede programar la duración de la lavadora fijando su “muerte” si no le indicamos también el tipo de carga de ropa, el volumen del tambor, el número de lavados y peso de la ropa, la cantidad de detergente utilizado, el tipo de centrifugado, etc. etc, pues todos esos factores influirán en la duración del aparato. Por consiguiente, ¿Quién se atrevería a programar la “muerte anunciada“ del aparato si no se tiene ni idea del uso que va a tener la lavadora?. Podría suceder que una lavadora que lavara muy pocas veces se “muriera” de aburrimiento a los 3 años, después de unos cuantos lavados y otra exactamente igual en los 3 años hubiera lavado cientos de veces. No es tan sencillo como parece. Ni cada fabricante, a la hora de programar el funcionamiento de sus aparatos, siga las mismas pautas.
3.- ¿Pagaríamos más por un producto que tuviera una vida útil más larga?
Esa es la pregunta que propone el Obsolescente Programado
“¿Pagaría más por un producto que explicite su vida útil? –Nos pregunta el espabilado de la Obsolescencia Programada- Y nos suelta el siguiente discurso:
- La Unión Europea ha comenzado a dar los primeros pasos para acabar con la obsolescencia programada. En 2013, el Comité Económico Social Europeo encargó un estudio sobre la influencia del etiquetado de la vida útil de los productos en los consumidores. La conclusión más destacada según los fabricantes fue que los consumidores parece que están dispuestos a pagar más por los productos que están fabricados para durar más: más de cien euros adicionales por un lavavajillas con una vida útil adicional de dos años. Según un estudio del Eurobarómetro del año 2013, un 90 % de los ciudadanos cree que los productos deben etiquetarse claramente para indicar su vida útil.
Si un lavavajillas normalmente tuene una vida útil de 12 años, y cuesta entre 300 y 500 €, me parece una barbaridad pagar 100 € más por dos años de prolongación de su vida útil.
4.- El etiquetado europeo de la vida útil de los productos
De otra parte, he intentado abrir este archivo “estudio sobre la influencia del etiquetado de la vida útil” y primero advierte que “este archivo puede ser perjudicial para el equipo. Aún así, he aceptado abrirlo y no dice nada.
Según el iluminado que ha originado esta información, la Unión Europea en el año 2.013 “encargó un estudio sobre la influencia del etiquetado de la vida útil de los productos en los consumidores. La conclusión más destacada según los fabricantes fue que los consumidores parece que están dispuestos a pagar más por los productos que están fabricados para durar más.
Naturalmente que sí. Y yo el primero. Estoy dispuesto a pagar más si se me asegura que los yogures, la carne, el pescado, los huevos, la verdura, etc., me aseguran que duraran más. Pero de ahí a decir lo mismo para los electrodomésticos va un abismo. O mejor dicho: hay una estafa, pues tergiversa las cosas para engañarnos.
En NINGUNA parte se dice que esta medida pudiera ser aplicable a los electrodomésticos. En los 4 años transcurridos desde entonces, jamás he visto ni oído nada relativo, en ese orden, a los electrodomésticos. Y os puedo asegurar, apreciados lectores, que me leo todas las directivas europeas que afectan al mundo de los electrodomésticos.
Una vez más el autor de este bodrio de la Obsolescencia Programada en los electrodomésticos no demuestra nada. No tiene absolutamente ningún argumento mínimamente serio.
5.- La etiqueta europea “voluntaria”
El defensor de la Obsolescencia Programada añade:
“En julio pasado,(2.017) el Parlamento Europeo creó una comisión de estudio para impulsar una serie de medidas para luchar contra la obsolescencia programada, como dotar con incentivos fiscales los productos que apuesten por la durabilidad y que sean fácilmente reparables, así como permitir al consumidor que pueda reparar sus dispositivos acudiendo a cualquier proveedor, no solo a los elegidos por las diferentes empresas. El Parlamento Europeo también pide a la comisión que estudie la creación de una etiqueta europea voluntaria que incluya, entre otras cosas, la durabilidad del producto y el diseño ecológico.”
Esto es lo que dice el defensor de la Obsolescencia Programada. Pero la realidad de lo que dice la Unión Europea es muy otra: Veámosla:
6.- ¿Qué dice la Comisión Europea?
“Diseñando productos robustos, duraderos y de alta calidad en los siguientes puntos:
1.- Pide a la Comisión que fomente, cuando sea factible, el establecimiento de criterios de resistencia mínima que cubran, entre otras cosas, solidez, capacidad de reparación y actualización para cada categoría de productos desde la etapa de diseño en adelante, facilitados por normas desarrolladas por las tres organizaciones europeas de normalización (OEN) ) (CEN, CENELEC y ETSI);
2.- Subraya que debe alcanzarse un equilibrio entre la prolongación de la vida útil del producto, la conversión de residuos en recursos (materias primas secundarias), simbiosis industrial, innovación, demanda del consumidor, protección del medio ambiente y política de crecimiento en todas las fases del ciclo del producto, y considera que el desarrollo de productos cada vez más eficientes en el uso de los recursos no debe alentar vidas cortas o la eliminación prematura de los productos;
3. Señala que cuestiones como la durabilidad del producto, las garantías extendidas, la disponibilidad de piezas de repuesto, la facilidad de reparación y la intercambiabilidad de los componentes deberían formar parte de la oferta comercial del fabricante para satisfacer las diversas necesidades, expectativas y preferencias de los consumidores, y un aspecto importante de la competencia en el mercado libre;
4. Toma nota del papel de las estrategias comerciales, como el arrendamiento de productos, en el diseño de productos duraderos, mediante el cual las empresas de arrendamiento conservan la propiedad de las unidades arrendadas y tienen incentivos para el marketing de productos e invertir en el diseño de productos más duraderos, lo que resulta en una menor volumen de nuevos productos de producción y eliminación;
5. Recuerda la posición del Parlamento sobre la revisión del paquete de economía circular que modifica la Directiva relativa a los residuos, que reforzó el principio de la responsabilidad ampliada del productor y creó incentivos para un diseño de productos más sostenible;
6. Pide a la Comisión y a los Estados miembros que apoyen a los productores de diseños modulares fáciles de desmontar e intercambiar;
7. Declara que la búsqueda de la durabilidad y la capacidad de reparación de un producto debe ir de la mano del objetivo de la sostenibilidad mediante, por ejemplo, el uso de materiales respetuosos con el medio ambiente;
8. Observa con preocupación la cantidad de desechos electrónicos generados por los módems, enrutadores y decodificadores / descodificadores de TV cuando los consumidores cambian a un nuevo proveedor de telecomunicaciones; recuerda a los consumidores y proveedores de telecomunicaciones que, de conformidad con el Reglamento UE / 2015/2120, los consumidores ya tienen derecho a utilizar los equipos terminales que prefieran cuando se cambien a un nuevo proveedor de telecomunicaciones;
Promover la reparabilidad y la longevidad
9. Pide a la Comisión que promueva la reparación de los productos:
– fomentando y facilitando medidas que hacen que la opción de reparar bienes sea atractiva para el consumidor,
Como queda demostrado, nada que ver entre lo que dice el “obsolescente programado” y la realidad de lo que dice la Comisión Europea, que no hace otra cosa que pedir a las empresas que hagan productos de buena calidad, reparables y duraderos, cosa en la que estoy absolutamente de acuerdo.
Es obvio que en toda la Unión Europea los productos son normalmente de calidad, disponen de piezas de recambio y de Servicios Técnicos para su reparación y se apoya la durabilidad de los aparatos y su Eficiencia Energética.
7.- ¡Te pillé, Benito!
Nada que ver con los inventos y tergiversaciones del defensor de la obsolescencia programada y lo que dice la Unión Europea sobre el tema… Por cierto, tanta insistencia en ese tema de la Obsolescencia Programada empieza a sonarme a chamusquina, o como dicen los franceses, a DEJÁ VU (visto antes). Esto me recuerda al estafador y líder promotor de la Obsolescencia Programada Benito Muros, el individuo que en el año 2.012 se paseó por todas las televisiones y radios de España engañando a la gente sobre su defensa sobre la duración de los productos, en especial hablando de su invento: la bombilla eterna. Se trataba de una bombilla que duraba cien años, que había inventado, junto con su equipo de20 ingenieros y que fabricaba en un lugar que no citaba puesto que, según decía, los fabricantes de bombillas del mundo mundial se habían confabulado para eliminarlo, pues sus bombillas eternas chocaban con las bombillas normales, que duraban un tiempo reducido y programado por los fabricantes.
Este estafador llegó a vender bombillas “eternas”, a 25 € la bombilla. Luego se supo que las bombillas eran chinas, y se podían comprar en los bazares chinos españoles (y todavía se compran), a 3 € la bombilla. Así pues con la “pequeña ganancia” de 22 € por bombilla, iba tirando hasta que se peleó con sus propios socios en la estafa y tuvo que desaparecer tras repetidas denuncias y reapareció años después. Y ahora, el estafador de las bombillas, aparece de nuevo con su mono tema de la Obsolescencia Programada, y esta vez hablando de que la Unión Europea le da la razón sobre la poca calidad y durabilidad de los electrodomésticos, invocando nada menos que a la comisión europea, como hemos visto, y que, como siempre, argumentando falsamente y recurriendo a tirios y troyanos para engañar a los que, todavía, caen en sus redes.
8.- Busco y confirmo que se trata de Benito Muros
Para asegurarme, busco en el texto anterior, de Noticanarias, de La Fundación Energía e Innovación Sostenible (Feniss) . Eso me suena mucho. Busco en FENISS, y me sale La Fundación Energía e Innovación Sostenible (Feniss)
Sigo y encuentro:
“Presidente de la fundación Feniss activista contra la obsolescencia programada, POR EL CAMBIO, para conseguir un mundo más justo, solidario y sostenible.
Pero esto no es todo: PENNIS acepta donativos para contribuir a sus estafas.
Donde os agradecerán les envinéis un donativo mensual. Para sus gastillos, supongo, y para apoyar su importante dedicación a estafar a la gente que confía en ellos.
9.- ¿Es interesante conocer la vida útil de los productos, según afirman los expertos?
Sigo con la reproducción del texto original
“ Serradell explica que las acciones legislativas contra la obsolescencia programada están situadas en lo que se llamaeconomía circular, que propone que los productos tengan siempre la posibilidad de ser reciclados y reutilizados.
El economista subraya que acciones como el etiquetado con información sobre la vida útil de un producto ayudaría al consumidor a elegir su compra. «Podremos elegir si nos compensa comprar productos más baratos con vida útil más corta o productos más caros con una vida más larga, lo cual redundará en beneficio de ciudadanos y consumidores», dice.
Naturalmente que es interesante conocer la vida útil de un producto perecedero, como los productos alimentarios, por ejemplo, pero que yo sepa, nunca se ha hablado de una etiqueta que indique la vida útil de un electrodoméstico, que es el tema que nos ocupa. Sigamos.
“La profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experta en marketing Neus Soler explica que a las marcas, la emisión de esta etiqueta les reportaría más ingresos, ya que haría aumentar el precio de los productos. El etiquetado, según Soler, también redundaría en beneficio de la imagen de la empresa, ya que los consumidores percibirían esa empresa como colaboradora y bla, bla, bla.”
Me parece muy bien para productos alimentarios y otros, pero eso no cabe en los electrodomésticos. Sigo,
“Sin embargo, la experta en marketing considera que hay productos y productos y compradores y compradores y que no todo el mundo estaría dispuesto a pagar más por un producto que tuviera la etiqueta de caducidad. «El consumidor estaría dispuesto a pagar más para asegurar una durabilidad más larga de una lavadora, pero en el caso de un móvil, en el que los avances tecnológicos hacen que aunque funcione quede obsoleto en prestaciones y diseño, probablemente no», explica.
Me pregunto: ¿Esta profesora, experta en marketing, y que sabe tanto de teléfonos móviles, sabe algo de lavadoras? Yo creo que no. O bien no las usa o tiene una lavadora del siglo pasado. Porque las lavadoras, precisamente, son las que han revolucionado de manera sensible en los últimos 15 años, alargando su vida útil, que según estudios germanos llegan a 12 años de servicios, y no solo eso: Es conveniente que se cambien al menos cada doce años, ya que es el período habitual que ya duran las lavadoras en pasar de Eficiencia Energética 8ª en la línea de eficiencia) a eficiencia máxima actual de A+++, y que además se haya conseguido que las lavadoras fueran de 5 kilos de carga de ropa, hoy con el mismo volumen exterior, llegan a lavar hasta 9 kilos de ropa.
Añadamos que a esa ventaja, las lavadoras actuales son inteligentes, seleccionando tiempos de lavado en función de la ropa, y toma de detergentes, temperatura del agua, etc. etc., permitiendo en esos 12 años que solo en el coste de electricidad consumida por lavado se haya reducido un 75 %. O sea que una lavadora que consumiera en un lavado 2 kWh, haya pasado a consumir la cuarta parte, 0,5 kWh, (500 Wh) .
Esto parece que no lo conoce ni la profesora ni mucho menos el listísimo embaucador de la Obsolescencia Programada, pues según ellos, si tuviéramos un golpe importante en nuestro viejo coche, que gastaba 16 litros de gasolina cada 100 kms, lo reparásemos en lugar de cambiaríamos por otro mejor, más barato y seguro, más fácil de conducir, con mejores prestaciones, y que SOLO CONSUMIERA 4 LITROS DE GASOLINA…
10.- Sigue a continuación el propio Benito Muros en su salsa:
“Productos con fecha de caducidad: de la bombilla a las medias de nilón
La obsolescencia programada no es un problema actual. Se empezó a hablar de la obsolescencia en la década del 1920, especialmente a raíz delcrac del 1929, cuando los fabricantes empezaron a acortar deliberadamente la vida útil de muchos objetos para fomentar el consumo y hacer crecer la economía. La bombilla se convirtió en la primera víctima y muchas empresas fabricantes fijaron en no más de mil horas su vida útil, cuando las primeras bombillas tenían más durabilidad.. ..”
Ya habéis visto, amigos lectores, la obsesión de la Obsolescencia de este individuo, Benito Muros, al que habré dedicado más de una docena de artículos desmintiendo toda su parafernalia que tenía –y tiene- el objetivo de engañar a la gente con sus fabulaciones. Eso sí, es un lince para vender bombillas chinas de 3 € en cualquier bazar, a 25 €. Y con 22 € de beneficio neto por bombilla, va tirando…
Espero, amigos lectores, que hayáis leído aunque solo sea una parte, de este larguísimo artículo, que comencé al leer una nota de prensa de Canarias y que ha ido a parar al embaucador, estafador y al parecer activo todavía, el ilusionista Benito Muros.
Este artículo se ha publicado el lunes dia 11 de Diciembre de 2.017. Espero que el próximo lunes no faltéis tampoco a la cita para ver mi siguiente artículo, que espero os sea de utilidad.