Ayer, en mi artículo Estufas de butano: Respuestas a cuatro interesante… trataba sobre los problemas de producción de monóxido de carbono en las estufas y hablaba extensamente sobre cómo se produce el monóxido de carbono por la combustión incompleta del gas. Si bien actualmente con las estufas de butano no existe peligro al llevar incorporado un analizador de atmósfera que cierra el paso del gas si detecta un principio de monóxido de carbono. Otros tipos de aparatos no llevan este dispositivo, y hay que tomar otras seguridades.
 
Esta mañana, mi amigo el ingeniero sevillano Antonio Moreno Alfaro, que lucha cada día en su Web ESTAFALUZ contra las estafas de las compañías eléctricas, me ha pasado el siguiente correo “…por si consideraras conveniente incluirlo en tu blog, te indico seguidamente el enlace a una noticia que hoy publica El País y apoya lo expuesto en tu artículo de ayer….” Seguidamente me facilita el enlace con el artículo
 
Pues sí lo considero interesante, amigo Antonio, y por eso voy a crear este nuevo artículo. En estos casos toda precaución es poca y cuanto más gente sepa lo que puede ocurrir y como puede evitarse, mejor.
 
Refiero a continuación lo esencial del artículo de EL PAÍS: “Un matrimonio murió ayer en su domicilio de Granada tras haber respirado los gases tóxicos producidos por la mala combustión de un calentador de butano… el hijo de la pareja…. encontró …los cuerpos sin vida de estos tendidos sobre el suelo de la cocina.”
 
La nota de El País no concreta más sobre el aparato ni sobre su instalación. Si el hijo los encontró en la cocina es de suponer que el calentador de butano sea del tipo “instantáneo”, que sirve parea facilitar agua caliente para la cocina o la ducha. Lo extraño es que si estaba en la cocina, como parece, no tuviera una chimenea al exterior, para la evacuación de los gases de combustión. Tampoco dice la nota si había en la cocina las reglamentarias rejillas de ventilación al exterior (una abajo, cerca del suelo, y otra arriba, cerca del techo) para facilitar la circulación y renovación de aire y evitar estos casos.
 
Aquí parece que el calentador no tenía salida al exterior, con lo que los humos de la combustión, se quedaban dentro. Si además la cocina es pequeña, durante la combustión del gas para calentar el agua se consume oxígeno, como explicaba ayer. Si hay poco oxígeno, porque no se renueva, se produce una “mala” combustión, técnicaente llamada incompleta, pues en vez de producir anhídrido carbónico CO2, al faltar el oxígeno, produce el monóxido de carbono CO (un solo átomo de oxígeno en lugar de los dos), y este gas proporciona la llamada “muerte dulce”, pues se va perdiendo la conciencia hasta morir.
 
Ya sabéis que las estufas de butano llevan el analizador de atmósfera que protege eficazmente ante esta eventualidad. Pero en los calentadores a gas es obligatorio sacar chimenea al exterior, y desde hace unos años, las calderas tienen que ser “estancas”, lo que significa que no toman el aire necesario para la combustión del gas de la habitación, sino que tienen una chimenea que en su interior es doble: un tubo para la toma de aire desde el exterior y otro, concéntrico, para la expulsión de los gases al exterior. De esa manera, se asegura que las calderas a gas modernas no puedan producir monóxido de carbono en la habitación donde están.
 
Añado que es conveniente que una vez al año el Servicio Técnico Oficial del fabricante de la caldera haga una revisión del aparato y mida la salida de humos para detectar cualquier anomalía.
 
La misma nota de prensa continúa diciendo que debido a un brasero, se ha incendiado un bloque de vecinos en Córdoba y han tenido que desalojar a 40 personas.
 
En esto de los braseros hay que andarse con mucho cuidado, pues como en este caso, se ha producido un incendio. Supongo que el tapete de la mesa camilla donde se coloca normalmente se ha incendiado por las brasas del propio brasero.
 
También hay que tener muchísimo cuidado (no era éste el caso en esta ocasión) porque si el brasero está en una habitación reducida, con falta de aire, puede producir también monóxido de carbono, por la combustión incompleta. Mejor en el caso del brasero, colocar uno en la mesa camilla, pero eléctrico, con rejilla metálica protectora. Con alrededor de 300 vatios es más que suficiente. Costaría en consumo eléctrico unos cinco céntimos de euro cada hora de funcionamiento…
 
El gas no es peligroso…si se toman las precauciones de seguridad necesarias.